Los mapas mentales son una de las herramientas más potentes (y peor explicadas) que una persona puede utilizar para organizar sus ideas.
En este artículo te voy a enseñar a hacer mapas mentales de forma eficaz en 6 pasos. Y lo voy a hacer de modo que te sirvan para trabajar en el desarrollo de tus proyectos como escritor o como creativo en general.
¿Qué son los mapas mentales?
Antes de empezar la práctica, debemos tener totalmente claro qué son y para qué sirven los mapas mentales:
Los mapas mentales son una forma de toma de notas.
Y solo existen dos motivos para tomar notas:
- Recordar y adquirir nuevo conocimiento.
- Desarrollar una idea.
Eso es porque:
La toma de notas sirve para poner en marcha los mecanismos de pensamiento y aprendizaje correctos para conseguir tu objetivo (aprobar un examen o escribir una novela, por ejemplo).

¿Para qué sirven los mapas mentales?
La función de la toma de notas nos lo dice: el objetivo es desarrollar los mecanismos de pensamiento y aprendizaje correctos. Disculpa que insista, pero es importante entender esto a la perfección.
Concretamente, los mapas mentales sirven para:
- Sintetizar las ideas eliminando lo irrelevante.
- Agrupar las ideas según una serie de criterios comunes.
- Conectar los grupos de ideas según sus relaciones críticas.
- Encontrar nuevas relaciones de ideas no evidentes a simple vista.
- Entender la jerarquía de esas ideas para saber cómo unas ideas afectan a otras.
- Dirigir nuestro proceso al establecer un objetivo.
- Crear nuevo conocimiento (en estudios o desarrollo de proyectos).
De hecho, si al crear mapas mentales para resolver problemas no consigues satisfacer todos estos puntos, has perdido el tiempo.
Por ejemplo, en la práctica, los estudiantes puede usar un mapa mental para:
- Sintetizar, organizar y sumarizar una materia de estudio con el objetivo de comprenderla.
- Mejorar su memoria y comprensión del mismo.
A su vez, los escritores pueden usar un mapa mental para:
- Sintetizar, organizar y sumarizar una serie de ideas.
- Crear un argumento eficaz para su novela.
- Organizar grandes obras multiples, como una trilogía, un wordlbuilding o un proyecto transmedia.
- Desarrollar arcos de personaje.
- Hilar misterios complejos para obras de intriga.
- etc …
El objetivo de los mapas mentales
En contra de lo que se puede ver en algunos artículos o videos sobre el tema, los mapas mentales no sirven para plasmar todo lo que tenemos en mente y luego intentar ordenar el caos. De hecho, intentar eso es, de por sí, inútil.
Los mapas mentales son una forma de toma de notas que busca eliminar todo el contenido excesivo e innecesario para dar como resultado un esquema visualmente claro y exhaustivo sobre un tema.
Por ello al realizar un mapa mental, antes de apuntar nada hay siempre que reflexionar sobre ello.
El objetivo de crear un mapa mental es pensar, no apuntar cosas.
Si tienes esto presente, la creación de mapas mentales puede ser una estrategia de pensamiento de altísima eficiencia.
Ahora mismo pasaremos a la práctica, pero antes un último consejo:
Tómalo con calma.
Personalmente, crear mapas mentales correctamente me ha tomado años. Y actualmente, elaborar los más complejos me toma entre 3 y 15 días, dependiendo del sujeto a tratar.
No es que me pase todo el tiempo escribiendo, sino todo lo contrario. Como te digo, El objetivo de crear un mapa mental es pensar, no apuntar. Que el resultado de un mapa mental beneficie a tus procesos mentales y tus flujos de trabajo no depende del mapa en sí, sino del proceso de creación.
El objetivo es pensar de forma constructiva y mejor. Aprender a pensar, en definitiva.

Los 6 pasos para crear un mapa mental perfecto
Internet rebosa de artículos en los que los mapas mentales son presentados como una colección de flechas y dibujitos, con un denominador común en el centro de la página y, por lo general, poco eficientes.
En el mejor de los casos estos artículos solo logran mostrar cómo generar grupos de ideas coloridas, pero en última instancia son inútiles, pues se generan relaciones superficiales de ideas que no gozan de ningún objetivo, dirección o jerarquia.
Para hacer un mapa mental correctamente hay 6 pasos que seguir. Son los siguientes:
1 – Agrupa ideas según criterios comunes
En primer lugar, forma grupos de informaciones o ideas, según criterios concretos y deliberados.
Los criterios dependen de lo que estés buscando y varian en cada caso. El secreto está en encontrar las relaciones más relevantes para tu objetivo.
Los criterios o conceptos que utlizarás para crear las relaciones reflejarán tu proceso de pensamiento en tu cuaderno, lo que empezará a ayudarte a sintetizar las ideas y a analizar si tu proceso es correcto o no. Además empezarás a tener cierto grado de organización de ideas que podrás llevar más allá en el punto 2.
2 – Estudia las relaciones entre grupos
Empecemos a dar forma e intención a nuestro pensamiento. Es la hora de empezar a trabajar con una visión más global. Es el momento de empezar a hacerse preguntas.
Piensa y juzga de qué modo están relacionados unos grupos de conceptos con otros. Elige las relaciones más relavantes.
Si estás creando un argumento para una novela, puede que los grupos de ideas que has creado estén relacionados entre ellos cronólogimante; o quiza se trate de puntos en común entre distintos personajes, o sobre cómo estos influyen en el argumento según sus personalidades. Dependerá de lo que buques obtener con el mapa.
Piensa en tu objetivo y reflexiona sobre esas relaciones con el fin de generar una conexion visual en el punto 3.
3 – Conecta los grupos
Es el momento de empezar a utlizar flechas y conectores.

Aquí es donde la gente empieza a ponerse creativa, a utilizar demasiados colores o demasiadas flechas. Al realizar un mapa mental claro y conciso, la mente está muy solicitada y hay que evitar llevar a acabo gestos inútiles. Es fácil caer en la tentación de marcar con flechas todas y cada una de las posibles conexiones entre las ideas, pero hay que evitarlo a toda costa. Al hacer un mapa mental, buscamos crear un esquema que contiene gran cantidad de información, pero que es comprensible de un solo vistazo.
Sintetiza y genera conexiones visualmente claras y lo más relevantes posibles. Prioriza siempre la visión global.
4 – Sustituye palabras por símbolos
Uno de los objetivos de los mapas mentales es sintetizar, organizar y sumarizar. Para ello, nos interesa eliminar del papel todas las palabras innecesarias.
Crea un lenguaje visual. Si puedes escribir un concepto con un pequeño dibujo o símbolo en lugar de con un grupo de palabras, mejor que mejor.
Al hacerlo:
- Aclararás visualmente tus notas.
- Reducirás la carga cognitiva, es decir el número de cosas que tienes que recordar para rememorar un concepto o información.
- Obligarás a tu mente a sintetizar y sumarizar la información, por lo que adquirirás nuevo conocimiento con mayor facilidad.
- Y, en consecuencia, mejorarás tu memoria y comprensión.
5 – Genera dirección y propósito
Volvamos al supuesto de la creación de un argumento para una novela; este tendrá una dirección que irá del inicio al final de la historia. En este caso la dirección es obvia.
Por otro lado, si el objetivo es diseñar un misterio que solo será explicado al final de la historia, la dirección del fluido de notas puede hablar del orden en que se dan al lector los elementos que explicarán el misterio; o quizá el orden en que estos elementos suceden cronologicamente.
Sea como sea, toda toma de notas tiene una intención y, en los mapas mentales, la intención se traduce en dirección. Dirección y prpósito van de la mano.
Para enocontrar la dirección adecuada, piensa en el propósito, en lo que quieres conseguir al crear el mapa.
Si tu proposito es diseñar un plan, la dirección irá de tu situación actual hasta el objetivo del plan. Si el proposito es documentarte para un ensayo, la dirección ira de los datos generales a la organizacion de los datos concretos y de mayor relevancia. Todo depende de tu objetivo.

6 – Crea una jerarquía
Identifica las ideas que tienen mayor influencia y relevancia en el contexto global y enfatízalas.
Hasta aquí hemos sumarizado y organizado los elementos por grupos de relacion. Tenemos una dirección pero necesitamos un mapa mental legible de un solo vistazo.
Al mostrarnos una jerarquía a través del enfasis de ciertas palabras clave y flechas de dirección , el mapa mental nos dice qué información es la más importante y cuál es la más global; o al contrario, nos dice cuál es la más concreta pero irrelevante para el conjunto.
En la práctica eso se logra facilmente jugando con los tamaños de las letras y los símbolos, así como con el ancho de las flechas o conectares que utilicemos. A más grande, más relevante; a más pequeño, menos importante.
Las preguntas son la base de los mapas mentales
Al crear mapas mentales buscas resolver problemas. Y para resolver problemas necesitas:
- Pensar y hacerte preguntas.
- Cuestionar tu propio planteamiento y desarrollar nuevas hipótesis.
- Identificar alternativas y emitir un juicio.
Tal y como hemos visto, lo importante no es el mapa, sino el proceso de pensamiento que este desencadena.
La creación de mapas mentales es una habilidad y, como tal, dispone de diferentes niveles de maestría. El primer nivel genera conexiones entre ideas; pero identificar y juzgar qué conexiones son más relevantes y de qué modo, no es algo que se resuelva escribiendo.
Al hacer un mapa mental buscas pensar más allá de lo evidente, lo obvio y lo superficial.
Házte preguntas constantemente, plantea nuevas posibilidades y busca las relaciones menos evidentes y que mayor influencia pueden tener en la cuestión global que estás tratando.
Y si con este artículo no has tenido suficiente, aquí te dejo otro en el que pondremos todos estos elementos en práctica y que te dejará totalmente claro cómo realizar un mapa mental con eficacia.
¿Y tú? ¿Usas mapas mentales en tus proyectos literarios? ¿Crees que me he dejado algún punto por tratar?