Al escribir una ficción, la búsqueda de un tema puede ser un arma de doble filo, incluso una trampa. En el caso del terror, una pesadilla. Aquí te explico el porqué.

El tema y la trampa
No busques un tema sobre el que escribir. Si acaso, escribe dentro de un contexto (la guerra, la desestructuración familiar, el amor veraniego, un paseo nocturno…), pero no centres tu esfuerzo en escribir sobre tal o cual tema. Puedes dejarte inspirar por ello pero, al convertirlo en el tema de tu relato, puede que te estés cortando las alas antes de empezar a volar.
El tema, el verdadero, aparecerá por sí solo durante el proceso de escritura, sin que seas consciente de ello.
Y esa es la clave: debes dejarte sorprender. Obtendrás un resultado genuinamente sincero y tanto tus lectores como tú lo disfrutaréis más.
Mi experiencia personal
Cuando terminé de escribir El emblema del delfín, mi primera novela de terror, ni tan siquiera sabía explicar cuál era el tema de fondo.
Había pasado los últimos cuatro o cinco meses pensando en personajes, en situaciones, el estilo, la puntuación… Todo para lograr mi objetivo, que era crear una buena historia sobre una casa encantada. Y aunque sabía que su argumento funcionaba como un reloj suizo, no tenía apenas control sobre el significado profundo del relato.
Entonces, al releer el manuscrito terminado, me di cuenta de que la historia trataba sobre los lazos familiares o, más concretamente, sobre la diferencia entre estos y los lazos de sangre. Yo no había pensado en ello en ningún momento del proceso de escritura, pero de pronto me pareció tan obvio como luego se lo parecido a los lectores.
Sin duda, fue una de las grandes recompensas que me otorgó el escribir ese libro: el entender que yo tenía algo que decir, que había un tema relativamente relevante en mi novela y que este había aparecido de forma orgánica e intrínseca, por sí solo.
El tema de tu relato aparecerá solo. Y si mi ejemplo personal no te ha convencido, escuchemos el de un maestro.
Que hable el rey
En su libro Mientras Escribo, Stephen King habla largo y tendido sobre el tema, ejemplificándolo con el desarrollo de su novela Apocalipsis (1978).
Vale la pena escuchar su conclusión:

«Empezar por las cuestiones e inquietudes temáticas es una de las recetas de la mala narrativa. La buena siempre empieza por la historia, y solo pasa al tema en segundo o tercer lugar.»
Pero entonces, ¿sobre qué tema escribir?
El secreto de escribir terror está en mirar dentro de ti; es ahí donde encontrarás todo lo que necesitas.
Lo sé, suena a estereotipo manido y cursi, porque lo es; y sin embargo, es cierto.
No pienses en lo que asusta a la gente, sino en lo que te asusta a ti. Entonces descubrirás que no eres la única persona a la que asusta esto o aquello y verás que tu propuesta, si es sincera, tendrá un lugar en el imaginario colectivo; un lugar más significativo que el propio argumento de tu obra.
Si en lugar de encargarte del tema te encargas de crear un buen drama cargado de tensión y terror, el verdadero tema y su profundidad aflorarán de por sí y con naturalidad.
Da igual si tu miedo es animista, irracional, supersticioso… o vulgar. En la historia de la literatura encontrarás, por ejemplo, obras en las que un dibujo o una pintura causan una influencia terrible en la realidad, como El caso de Charles Dexter Ward (H.P. Lovecraft, 1943), o El Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde, 1890). A ese nivel todo es válido.
El terror interior
No temas escribir sobre un miedo demasiado personal o ridículo. Al contrario, hacerlo aportará a tus escritos un fondo de autenticidad que los lectores agradecerán.
A la hora de escribir terror, no hay nada más legítimo que hablar de tus propios miedos, porque sabes de qué estás hablando.
Ojo, tampoco es necesario que conviertas tus relatos en una especie de confesionario. Puedes hacer ejercicios de abstracción e intentar ponerte en los zapatos del prójimo para hablar de miedos que no sientes de una forma íntima. Escribir es jugar, no te cortes.
Pero si tú sientes el desasosiego al escribir, entonces los lectores también lo sentirán.
Y más todavía si haces un buen uso de la intriga y el suspense. Esos serán los temas del próximo capítulo de esta serie.
¿Y a ti? ¿Ya te ha sorprendido alguno de tus relatos al hablar de un tema que tú no habías previsto?