Escribir terror: 10 claves para llenar el papel de pesadillas

Cómo escribir terror: la mega guía

¿Quieres aprender a escribir terror? En esta mega guía hablaremos de los elementos comunes y universales de la literatura de terror, también analizaremos obras y enlazaremos a artículos dedicados a cada uno de los temas en esta página web.

Cierra la puerta, baja la luz y pon el teléfono en silencio. Llega la danza macabra de las teclas y las letras. Te doy la bienvenida a la guía que te ayudará a llevar el miedo a su máxima expresión.

¿Qué es el terror?

E.T.A. Hoffmann, uno de los grandes escritores y arquitectos del género de terror, escribió:

«¿Qué es la vida corriente? El girar en un círculo, más bien estrecho, con el que nuestra nariz siempre topa.»

Aunque algo reduccionista, esta definición es certera. En la vida cotidiana, el monotonía está más presente que el miedo. Somos seres de costumbres, como suele decirse. Unos días se parecen a otros y lo excepcional es que pase algo diferente.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando la vida corriente y la rutina se rompen… para mal?

Entonces llegan los nervios, el desasosiego y el miedo. La excepcionalidad, así como la destrucción de la rutina y la normalidad son el campo en que un autor puede escribir un cuento de terror. A nivel literario podemos decir que:

El terror es la irrupción de un elemento extraño en la vida corriente, con connotaciones malignas, que altera las reglas de lo natural y lo racional.

Ese elemento extraño puede ser un monstruo o la locura interior de nuestro protagonista, pero es siempre una amenaza que puede tener cualquier forma o presentarse en cualquier momento o lugar.

El terror alcanza todos los contextos y épocas; en ese sentido el terror es un género frontera.

El terror ocurre dentro de los personajes

Somos el hogar de nuestros miedos.

Anidan dentro de nosotros en diferentes niveles, ocupando las distintas capas de nuestra conciencia. Y todos tienen un elemento común que los define, porque:

El miedo es una emoción primaria que nos alerta de un peligro, real o imaginario.

Sin embargo, al enfocarnos en la narrativa de terror, necesitamos algo más. Si queremos escribir una novela de calidad, no nos bastará con diseñar monstruos terroríficos o escenarios sugerentes. Lo sobrenatural fundamental en el género de terror, pero los fantasmas están en nuestras mentes.

Para escribir buenos cuentos de horror necesitamos entender para qué sirve el miedo.

En la «singuralidad» del miedo

Del más íntimo al más universal, vivimos nuestros miedos como experiencias profundamente subjetivas y personales.

Y cuando uno de estos miedos se cumple nos sentimos frágiles, paranoicos, perturbados… Por ello, podemos decir que:

El terror es drama.

Sin embargo, en las historias de terror hay algo más que dramatismo.

Para los protagonistas de una novela de terror, la vida corriente (ese círculo estrecho del que hablaba Hoffmann en la cita que hemos visto antes), es substituido por un nuevo círculo; un círculo personal e intransferible en el que la vida se convierte no solo en una pesadilla, sino en una cárcel.

En la narrativa fantástica, cuando el terror llega a la vida de los personajes estos traspasan una frontera. El miedo empieza a tomar las riendas de la realidad y los personajes empiezan a vivir al margen del mundo normal.

Al igual que en un agujero negro, el miedo hace que los personajes crucen un horizonte de sucesos.

El ambiente y la atmósfera en el terror

¿Qué aterroriza a nuestros personajes? ¿Y a nuestros lectores? ¿Es acaso el lugar en que suceden los acontecimientos de nuestra narracion? ¿O acaso es la forma en que nuestros personajes y lectores lo viven y ven?

El terror no trata de la situación en sí, sino de cómo esta es vivida por los personajes… y los lectores.

Una buena combinación de ambiente y atmósfera son cruciales a la hora de escribir terror. Potenciará la experiencia de tus personajes y facilitarán la creación de un lazo empático que hará que tus lectores vivan esa experiencia como propia.

Necesitarás aprender a trabajar el ambiente y la atmósfera de tu relato de terror a través de lo objetivo y lo subjetivo.

La temática al escribir terror es importante… o no tanto

Al escribir un relato de terror y entender que el drama es parte esencial del mismo, es habitual sentir confusión a la hora de tratar la parte macabra de la historia. Las escenas de puro terror son dificiles, hay que medir la intensidad y desarrollarlas en el momento adecuado. Pero saber de qué hablar puede ser todavía más confuso.

¿Hay que asustar el lector todo lo posible o hay que centrarse en profundizar un tema oscuro y siniestro, como la muerte, el miedo a la soledad? ¿Hay que hacer crítica social o dejarse llevar por la fantasía sobrenatural? ¿Se puede combinar lo efectista con lo serio y trascendente?

Al escribir terror el tema no tiene importancia, la importancia reside en la historia.

Si quieres que tu historia deje una marca en los lectores necesitarás decir algo importante y, para conseguirlo, lo mejor será que dejes de intentarlo.

Usa la intriga y el suspense en tu relato

Escribir historias de terror implica llevar al lector a través de un viaje in crescendo hasta la máxima expresión del miedo.

Si quieres que tus lectores vivan el terror, necesitarás dirigir su atención.

Acrecentar su curiosidad con la intriga y el suspense (siempre y cuando los resuelvas de una forma satisfactoria), será un plus. Escribir terror es un juego de luces y sombras en el que, por encima de todo, el lector debe preguntarse qué va a a pasar a continuación.

La intriga y el suspense son tus herramientas como escritor de terror.

No solo de terror vive el género

A la hora de escribir una novela de terror tener bases sólidas sobre el género siempre será una ventaja. Debes estudiar sus clásicos y sus contemporáneos; su evolución, sus códigos y su arquitectura común.

Para escribir terror debes conocer el género fantástico. Pero…

… sin embargo, eso no será suficiente. Las mejores escenas de terror y los relatos más míticos dejan huella en los lectores, pero no porque sus sustos estén bien diseñados ni porque den mucho miedo.

Y es que, Irónicanicamente, lo que hace que una novela de terror funcione no es el terror.

Escribir terror es escribir personajes reales

Todo relato de terror tiene su monstruo, de un modo u otro. Pero sobre todo tiene buenos personajes. Y, como en cualquier género literario que se precie, al escribir terror los personajes acartonados no son una opción.

De nuevo, volvemos a lo mismo: el terror es el modo en que un personaje vive sus miedos más terribles.

Al escribir terror, es más necesario ocuparse de cómo se vive la situación que de la situación misma.

La literatura de terror está anclada a la psicología. La vida interior de los personajes hace que el género funcione. En una historia de terror la figura protgonista siempre se enfrenta a una tormenta perfecta. De forma repentina o paulatina, la situación se convierte en la peor de las pesadillas. Independientemente del final, la tensión es máxima y los personajes están puestos a prueba.

La experiencia de los personajes es el vehículo del miedo.

Y por ello los lectores necesitan leer la historia de alguien real.

Pero, ¿cuál es el secreto para crear personajes realistas?

Organiza tu proceso de escritura

Si escribes un relato corto lo más probable es que no necesites demasiada preparación previa, aparte de algo de documentación para recear un contexto histórico concreto o algo así, pero si buscas escribir un cuento o incluso una novela, necesitarás una logística más amplia.

Tu laboratorio de ideas deberá estar limpio y organizado y, para poder dar rienda suelta a la imaginación con la certeza de que terminarás por cumplir tu objetivo, necesitarás un método.

Organizar correctamente el proceso de escritura suele ser la diferencia entre la vida y la muerte de una novela.

El objetivo es crear una especie de mapa con el que guiarte, un salvavidas gracias al cual poder hundirte en la experiencia de la escritura sin el miedo a ahogarte en ella.

Conocer las fases de escritura, sabes crear argumentos, plots y escaletas o controlar las técnicas de toma de notas será crucial para lograr terminar tu novela con éxito.

Escribir terror con los maestros

Y con esto no me refiero solo a que leas sus obras.

Toma notas. Mantén un cuaderno y apunta las impresiones, datos y conclusiones que saques de tus lecturas.

Este consejo nunca te fallará. Crea tus propios análisis de obras y aplica lo aprendido a tus escritos. Y busca información sobre las obras y su proceso de creación. En esta web ya hemos desentrañdo las técnicas de maestros como Robert Bloch y decorticado el estilo de arquitectos del horror como Richard Matheson. También hemos analizado obras experimentales como la de José Luis Pascual o realizado una autopsia a una casa encantada.

Por último, pero no menos importante, busca ensayos sobre el género. Los amigos del terror tenemos el placer de disfrutar de obras como El Horror Sobrenatural en la Literatura de H.P. Lovecraft (1927) o Danza Macabra de Stephen King (1981). Pero hay más y todos te serán de gran ayuda para comprender el funcionamiento profundo del género y para descubrir obras fundamentales del mismo. Los ensayos son minas de oro.

¡Demonios, acaba el primer manuscrito!

Sí, este es el mejor consejo de escritura que puedo darte, créeme. Sé que parece obvio, pero en la práctica no suele serlo tanto.

Acaba el primer manuscrito, céntrate en ello.

Luego podrás releer, corregir, mejorar, cortar, potenciar el tema y todo lo que quieras. Pero lo harás sobre una base sólida, con un principio, un nudo y un desenlace que ya existen en forma de manuscrito.

Tendrás en tus manos un relato, un cuento o un libro sobre el que trabajar para transformar tu proyecto en lo que tú, personalmente, consideres un éxito.

Podrás relajarte, trabajar con soltura, experimentar sin miedo. Y estarás en tu salsa, porque ese será tu relato y por fin habrá salido de tu mente. Podrás observarlo con mayor objetividad, podrás moldearlo y esculpirlo para transformarlo en su mejor versión. Sea lo que sea que lleves dentro, sácalo y luego trabaja sobre ello.

Por ello, diablos, acaba el primer manuscrito y evita dejarlo a medias.

El proceso de escritura precisa de una gran abstracción mental, de imbuirse de un ambiente concreto. Es necesario vivir el relato mientras lo escribes, convertirte en cada uno de sus personajes, visualizar con claridad las situaciones y los ambientes…

Una vez hayas traspasado la singularidad de la página en blanco, no pares de escribir día a día hasta terminar el primer manuscrito. Ocúpate de eso y de nada más.

Es la única forma que conozco de escribir.

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